lunes, enero 23, 2006

articulo de clarin escucho opiniones

Las actitudes de argentinos y uruguayos ante este negocio monumental que venía proyectándose hace años han sido muy distintas. Y derivaron en una despareja relación de fuerzas al momento de estallar el conflicto.La inversión de 1.700 millones de dólares es la mayor que jamás haya recibido Uruguay. Significa miles de empleos para ese país, una gruesa recaudación de impuestos y la posibilidad de transformar a la industria forestal en un nuevo pilar de las exportaciones, que históricamente reposaron sólo sobre la ganadería. Es cierto que las papeleras de Finlandia y España han sabido convencer a las fuerzas políticas uruguayas de los beneficios de esta operación: todas recibieron aportes para sus campañas electorales. Pero eso sólo no alcanza a explicar la reacción unánime de respaldo al gobierno de Tabaré Vázquez en la pulseada, que incluyó a empresarios y sindicalistas. Hay algo que se llama interés nacional, un concepto ausente por demasiado tiempo del vocabulario argentino.

1 comentario:

Naoj dijo...

Estimados Hermanos todos, junto con saludarlos fraternalmente y reaparecer después de unas reparadoras semanas fuera de órbita, vuelvo a mi trabajo junto a Uds. desde esta larga y angosta faja de tierra, espero comprendan que necesitaba urgentemente desconectarme un poco de todo.

En cuanto al artículo de Clarin al cual hace referencia nuestro Q:.H:. Cristian, podemos distinguir dos cosas principales. En primer lugar, no debemos ideologizar el asunto de las papeleras, en el sur de Chile donde me crié, co-existen santuarios de la naturaleza, viñas, centros agrícolas y ganaderos importantes, al lado de grandes papeleras y plantas de celulosas. Es cierto que de vez en cuando surgen problemas, y que por muicho tiempo algunas de ellas contaminaron ríos y pusieron ecosistemas en riesgo, pero con voluntad política y empresarial, se logró crear una buena entidad regulatoria y una fiscalización ambiental según las normas que los TLC suscritos con Europa principalmente obligaron a establecer como ´mínimo requisito para firmar el acuerdo y recibir productos nacionales. ello conllevó un termendo cambio de mentalidad y reforzar la aplicación del Estado de drecho, con un marco jurídico y normas claras bajo el concepto de desarrollo sustentable establecidos en protocolos ambientales internacionales supervigiliados por un Ministerio o una superintendencia.
Muchos me han señalado ya, que siendo realistas, la idiosincracia argentina y quizás la uruguaya no puedenestablecer dichos marcos con la seriedad que operan acá en Chile o en Europa, sin embargo eso hace un tiempo era inpensado aquí también, pero existió el convencimiento como país que es indispensable no parar la inversión pero sin hipotecar el medio ambiente, y que además el comercio global, sobretodo el comercio con los países desarroillados requiere mejorar sustantivamente las condiciones laborales y ambientales, como mínimo para sentarse a la mesa e iniociar los procesos de acreditación formal. Así se ha legsilado al respecto y se avanza en la materia, teniendo en cuenta que aún falta mucho paño por cortar, sin embargo, lejos de rechazar el proyecto, se debe pensar cómo es que países tan necesitados de actividad económica e inversión, son capaces de dar pasos en pos del desarrollo económico y la industria cuidando el medio ambiente. La tecnología está disponible hoy para ello, hay que dejar de culpar al proyecto, más bien veo una increible falta de autocrítica, de temor irracional a la industrialización y una ideologización echa por activistas al respecto.

En segundo lugar es claro, que si se une un país entero, desde sindicalistas hasta empresarios, y la población incluida, es porque hay una visión superior de lo que es el bienestar común. nada más que comentar por ahora, sé que es un tema polémico, pero los ejemplos en el mundo abundan, quizás sea bueno fijarse en algunos, y dejar que los hermanos uruguayos lleven a cabo su proyecto sin caer en esa mala costumbre de levantar un pikete ante todo lo que parezca sospechoso, en vez de caminar. Quizás deban buscar la forma de atarer inversión y generar empleo, no hay nada más inmoral que un país donde existe pobreza y cesantía, se niegue a efectuar las medidas correctas y le quite a un país hermano una buena posibilidad de desarrollo, sin basarse en criterios técnicos y establecer mecanismos adecuados de resolución, sino torpedeando vulgarmente bajo eslóganes a todas luces populistas y faltos de rigor.