
Anteayer finalmente conocí el lugar por el cual muchas reuniones se celebraron, conocí el lugar por donde muchos eligen dejar sus cenizas y otros quieren elegir hacer countrys, y me sentí avergonzado de cuantas veces escuché en charlas de cafetín, donde señores gordos levantaban los dedos hablando de filantropía y luego cuando juntábamos ropa para donar, nunca traían nada. Pero eso si, cuando se hablaba del hogar eran los primeros en querer cerrarlo.
Yo mismo me hago cargo, estoy desde años en la Casa y recién el sábado pude ir... pude ver las paredes tapiadas, imaginar el ruido de los chicos judicializados... el quincho, la panadería y la carpintería. Y me saco el sombrero ante todos los QQHH.: que dejando de lado sus familias y sus afectos asisten periódicamente a Máximo Paz a sostener una obra que iniciaron los que hoy descanzan bajo esa Acacia. Espero que prontamente aquel amigo que me ayudó a conocer lo que representa esa planta, se una al lugar que lo espera todavía como era su voluntad. Donde los ilustres hermanos que dejaron su impronta descansan y nos observan desde el Or.Eterno para estar a la altura de las circunstancias y seguir honrando sus enseñanzas.
Un agradecimiento especial a Cristián y Eugenio que me permitieron participar en la audición de radio. Y sobre todo a Carlos con quien fuimos a llevarles unos regalitos y alimentos a la familia del niño Eric, para que puedan pasarla un poquito mejor en éstas fiestas.
2 comentarios:
lo tuyo se nota escrito desde el corazon y hace rato que no veo nada tan bien escrito con esa herramienta
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